Archlinux es una distribución que, ya de por sí, arranca bastante rápido pero con algunos trucos y unas pequeñas modificaciones en los principales archivos de configuración del sistema, podemos mejor el rendimiento de este proceso y reducir el arranque en unos cuantos segundos.
Reducir el tiempo de arranque se consigue quitando «cosas» innecesarias. Cuantos menos datos tenga que cargar el sistema durante el arranque, menos tiempo tardará. Por supuesto, una velocidad de lectura y escritura alta por parte de nuestro disco duro ayuda mucho, pero eso es algo que no se puede arreglar comentando algunas líneas.
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